jueves, 21 de octubre de 2010

Felicidad a distancia

Este vídeo lo encontré aquí, y me pareció hermoso para compartirlo con ustedes. Aquí les va:


Bottle from Kirsten Lepore on Vimeo.

domingo, 17 de octubre de 2010

¿La verdad?

ADVERTENCIA: Pido excusas de antemano por los posibles errores de coherencia que pueda tener este texto, pero de vez en cuando las palabras salen a borbotones de mi cabeza, y no me queda más remedio que transcribirla tal cual vienen. Una vez excusada, podemos continuar.

Todos creemos que podemos lidiar con la verdad. Nos sentimos maduros y grandes cuando la reclamamos a gritos, la exigimos o la vomitamos; pero la mayor parte del tiempo apenas podemos lidiar con ella. Es el arma más poderosa que hubo, hay y habrá sobre la tierra, y es por eso que nadie puede manipularla a su entero antojo. Si creen que exagero, piensen en algo... ¿Cuánto dinero invierten los grandes gobiernos del Mundo para esconder ciertas cosas? ¿Qué hacen las grandes religiones? ¿Qué es un secreto? De hecho, si nos ponemos en extremo analíticos, podemos decir que las guerras se originan por la búsqueda de la verdad.

Es algo con lo que tenemos una relación de amor/odio: Si nos favorece, la hacemos nuestro Dios; si nos perjudica, buscamos la manera de esconderla. Y en esto pasamos nuestros días.  Qué increíble es que gastemos tanto tiempo buscando algo, y que cuando encontramos, no somos capaces de manejar. Suena paradójico y absurdo, pero es la realidad.

Lo peor es que al final del día, cuando estamos solos en nuestras camas, luchando contra nuestros miedos y demonios, ella es la única heroína capaz de defendernos. Es la única arma efectiva, pero eso no quiere decir que siempre sepamos donde encontrarla...

Entonces, ¿La verdad? La verdad es que a nadie le gusta la verdad. Esa es la verdad.

miércoles, 13 de octubre de 2010

París... Todo se reduce a París

Esa es la ciudad de mis sueños, aún sin conocerla. Es dónde quisiera ver pasar los mejores momentos de mi vida. Siempre en mis historias de alguna manera u otra se cuela esta ciudad en la trama: algún personaje es de ahí, van para allá, pasaron por ahí, comienza ahí o termina ahí... Algo me ha atrapado de ella, más allá que la Torre Eiffel.

No sé si es que la tengo tan absolutamente idealizada que me me ha idiotizado. No sé si todo el mundo tiene una ciudad así en su mente. No sé cuándo me enamoré de ella, pero pasó... ¿Será normal esto de tener un idilio casi platónico con una ciudad entera? ¿Cómo la beso? ¿Acaso hacerle "pequeños homenajes" es la forma de escribirle cartas?

Sólo me surgen preguntas mientras comienzo a dudar que si de tanto imaginarme un lugar que no conozco podría llegar a enamorarme de un París que no existe, abriendo la posibilidad de correr el riesgo que se rompa mi corazón el día que lo conozca, y vea que no es como en mis sueños.

Para terminar, aquí les dejo una foto, que si bien no es la mejor, al menos se ve gran parte de la ciudad:
Oh là là Paris!


jueves, 7 de octubre de 2010

Dedicado a...

Últimamente me obsesionan un poco las dedicatorias. Quizás la cantidad de tiempo libre que tengo actualmente sea la razón por la cual dispongo de tantos pensamientos raros, quizás sea que me estoy volviendo vieja, o simplemente loca... Sin que me importe mucho el motivo, simplemente me he dedicado a leer algunas. Me he encontrado con algunas realmente hermosas, como otras que son graciosas, o las que simplemente te hacen sonreír. Comenzaré por anunciar mi favorita, y quizás algunos me tilden de cursi, sentimental, básica, o de lo que se les ocurra, pero en realidad no me importa cual calificativo me pongan, sólo digo que esta es mi preferida:
A León Werth
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona grande. Tengo una seria excusa: esta persona grande es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona grande puede comprender todo; hasta los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona grande vive en Francia, donde tiene hambre y frío. Tiene verdadera necesidad de consuelo. Si todas estas excusas no fueran suficientes, quiero dedicar este libro al niño que esta persona grande fue en otro tiempo. Todas las personas grandes han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan.) Corrijo, pues, mi dedicatoria:
A León Werth
cuando era niño

Comencemos que "El Principito" es de uno de mis libros favoritos, de hecho alguna vez le dediqué una entrada. Además de eso, me parece absolutamente sincera. Simplemente hermosa...


Otras que me han encantando han sido estas:

Gesualdo Bufalino en Perorata del apestado: “A quien lo sabe”.

Mario Vargas Llosa en Travesuras de la niña mala: "A X, en memoria de los tiempos heroicos".

En “Las crónicas de Narnia”, El león, la bruja y el ropero:
Querida Lucy:
Escribi esta historia para ti, sin darme cuenta que las niñas crecen más rapido que los libros. El resultado es que ya estas demasiado grande para cuentos de hadas, y cuando este se imprima seras mayor aun. Sin embargo, algun día llegaras a la edad en que nuevamente gozaras de los cuentos de hadas. Entonces podras sacarlo de la repisa más alta, desempolvarlo y darme tu opinión sobre él. Probablemente, yo estaré demasiado sordo para escucharte y demasiado viejo para comprender lo que dices. pero aún sere tu padrino que te quiere mucho
C.S LEWIS 
Una en cuatro palabras: García Márquez en El amor en los tiempos del cólera: “A Mercedes, por supuesto”.

Y por último, una que es simplemente genial: Juan José Arreola escrita en Palíndroma: “La dedicatoria se suprime a petición de parte”.

Supongo que para dedicar una obra tuya se tiene que amar mucho a la persona o estarle enorme y eternamente agradecido. Y me imagino que tener un libro grite a los cuatro vientos tu nombre hasta el fin de los tiempos, debe ser sublime.