jueves, 23 de diciembre de 2010

Asteroide B-612

(Los niños le escriben cartas a Santa Claus, al Niño Jesús o los Reyes Magos. Yo no)

Querido asteroide B-612:

Antes que nada, deseo que sigas dado vueltas por ahí, y que no te hayan destruido los baobabs. Sé lo peligrosos que son.

Luego quisiera preguntarte si un niño de cabellos dorados, rubio como el sol, de voz melodiosa y que jamás olvida una pregunta, habita allí. La última vez que que tuve noticias de él, dijo que volvería ahí. Si es así, supongo que se reencontró con su rosa, a la que amaba profundamente. Él siempre hablaba muy bien de ella. Confieso que llegué a sentir celos de esa rosa, de lo mucho que la amaba ese niño. Jamás he conocido un amor así.

También me gustaría que me contases del cordero. ¿Se come a los baobabs y los arbustos? Él tenía una gran urgencia que lo hiciese, pero siempre tuve la duda. He querido pensar que ha cumplido con su trabajo, pero a veces me asalta la duda.

Te cuento que un día vi a un zorro pasear por mi jardín. Parecía estar muy triste, porque arrastraba la cola y tenía la mirada un poco empañada. No me atrevo a aseverarlo, porque de repente salió corriendo. Pensándolo bien, era jueves. Ese día los cazadores salen a bailar con las chicas del pueblo y él puede comerse alguna galllina. Así lo han domesticado.

A veces, cuando miro al cielo, creo ver un borracho, un rey o farolero, pero son tan fugaces esas visiones que no sé si son producto de mi imaginación.

Si el cartero no se equivoca y esta carta llega a ti, te agradecería que le pidieses al Pequeño Príncipe que se diese una vuelta por la Tierra. Quisiera escuchar su risa en vivo. Gracias.

Atentamente,

Una niña que no sabe ser adulta

viernes, 17 de diciembre de 2010

20 años después

Esta es la carta que quisiera escribir en 20 años:

Querido:


(Ni siquiera sé cómo comenzar esta carta)


Hola, ¿Cómo estás? Espero que bien. Me han contado que la vida ha sido indulgente contigo y eso me alegra. Sé que la última vez que hablamos las cosas no terminaron bien. Luego, me marché de Venezuela y no quise saber más ti. Obviamente me llegaron algunas noticias tuyas, pero nunca quise indagar mucho. Me enteré que habías intentado saber de mí, pero nunca dejé que siguieses la pista. 


Debo confesarte que a veces sueño contigo. Desde este lado del mundo, las cosas se ven muy distintas. Las primaveras son hermosas, pero los inviernos devastadores. Siempre vuelves a mi memoria en los momentos más obvios: con la comida china, con el olor de los hospitales, en la letra "a", la torre Eiffel... Pero también hay cosas insospechadas que te traen de vuelta, como el olor de las lavandas, el sabor de la miel, las rosas rojas, los palíndromos... Y las fresas, sobre todo las fresas.


No me preguntes porqué te escribo esto, porque en realidad ni yo misma lo sé. Sólo espero que con quien estés, seas muy feliz. Quizás habrás escuchado que finalmente me dedico a lo único que me gusta: Escribir. Vivo de y para ello. Después de dar muchos tumbos, y luchar contra cualquier cantidad de obstáculos, incluyéndome a mí misma, pude encontrar la paz entre las letras. La biblioteca reina en medio de la sala, con un aire silente y superior, esperando todas las noches que hurte alguno de sus tesoros, porque por increíble que parezca, después de una larga jornada luchando con las palabras lo único que quiero hacer es leer... Admirar a los que siempre me han inspirado.


Quiero creer que esta carta tocará tus manos. Aquí entre nosotros, estas han sido las líneas más duras que he escrito en todos estos años. Me he peleado hasta con las comas, pero espero que estas escuálidas letras lleguen hasta tus pupilas. Cruzo mis dedos por que esta dirección esté bien.


Creo que es el momento de despedirme. Que hayas sido muy feliz y que lo sigas siendo.


Te ama, P

viernes, 26 de noviembre de 2010

Revista Hotel

La Revista Hotel ha sacado a la luz su segundo número. Aquí se los dejó para que lo revisen. Está muy bueno. Y no se les olvide leer mi microcuento. Está en la página 40-41.

Gracias, ;)

¿Dónde están las musas? (III)

Tardaron un par de días en aparecer, y tal como ella lo había previsto dieron señales de vida en sus sueños. Aparecieron como un murmullo en la brisa, en medio del campo de trigo donde ella se hallaba sentada admirando una puesta de sol. Jamás habría sospechado que aparecerían de una forma tan sencilla. Generalmente, ellas eran más pomposas y elaboradas a la hora de hablar con ella.

Nosotras somos la inspiración, pero tú eres el talento. No podemos hacer mayor cosa con él. Un artista se construye con mucho trabajo, y poca inspiración. Sólo sembramos la semilla, el resto lo haces tú.


Y sin decir más, el susurro de su voz se desvaneció en el rumor del viento. Sin darse cuenta, sonrió. Había conseguido la solución a su problema. Lo único que debía hacer era trabajar, y la inspiración vendría con el esfuerzo. Comprendió por fin el secreto que ellas habían guardado por años.

Al despertarse, se sintió renovada. Sintió que su cabeza se inundaba de ideas, y que su único trabajo era sacarlas de allí. Se dio cuenta que para entender al mundo lo único que necesitaba era escribir.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿Dónde están las musas? (II)

Cuando estaba parada en la puerta de salida, se hizo la pregunta clave: ¿Dónde iba a buscarlas? ¿A dónde iría? Eso la paralizó. No había pensado en lo más obvio, el lugar de destino. Ellas eran siempre quienes la visitaban, ella jamás había ido en pos de ellas. Se dejó caer pesadamente en el sofá, y trató de pensar alguna solución lógica a su problema. Quizás escribirles una carta directamente a ellas lograría....

Queridas musas:
No tengo ni la más mínima idea del porqué de este silencio. Han de saber que las extraño. He tratado de invocarlas de todas las maneras que conozco, pero nada me ha dado resultado. No sé si están molestas o algo, pero necesito conversar con ustedes. Dependo de tantas maneras de ustedes, y ahora que no están, no sé qué hacer.


Mis días se han vuelto demasiado grises sin sus murmullos en mis oídos. Ahora no encuentro qué hacer con lo que llevo dentro. Siento que me estoy volviendo loca con todo esto. Las necesito, ¿Ya se los dije?


Por favor vuelvan.


La dobló y la dejó debajo de su almohada. Ellas siempre aparecían en sus sueños.

sábado, 6 de noviembre de 2010

¿Dónde están las musas? (I)

"Ya no escribo como antes", pensó ella frustrada. Las pocas ideas que tenía se le hacían tan borrosas, que era inútil intentar plasmarlas. Quizás si eso fuese un hobbie para ella, no le estuviese afectando tanto, pero no, era su trabajo. Ella era una escritora, vivía de contar cuentos, de los productos de su imaginación, y si ya no tenía más nada qué contar, no sabía de qué iba a vivir. Al principio intentó tomárselo con paciencia, pero luego de algunos días de silencio, comprendió que no podía soportar aquella falta de actividad.

Las musas la habían abandonado. Quería imaginar que sólo estaban de vacaciones y que volverían pronto, pero no tenía ninguna garantía de ello. Podía ser cualquier cosa. 

Como todo artista, había tenido períodos de descanso o de "receso creativo", pero aquello ya le estaba pareciendo excesivo. Intentaba crear cualquier cosa, y para su pesar, ni una carta lograba. No comprendía qué era lo que le pasaba. Se sentía perdida. Siempre había escrito para poder comprender el mundo, la gente, los hechos o a sí misma, pero ahora se hallaba sola en medio de su propia sordina, y no tenía la más mínima idea de cómo producir ruido de nuevo. Para alguien que estaba acostumbrada a que su cabeza fuese un hervidero de actividad, esa situación era inaguantable.

"Basta de esperar por ellas, saldré a buscarlas". Ese día, resuelta a encontrarlas, armó un pequeño bolso y salió en la búsqueda de los seres etéreos que la inspiraban a hacer lo que más le gustaba en la vida: escribir.

jueves, 21 de octubre de 2010

Felicidad a distancia

Este vídeo lo encontré aquí, y me pareció hermoso para compartirlo con ustedes. Aquí les va:


Bottle from Kirsten Lepore on Vimeo.

domingo, 17 de octubre de 2010

¿La verdad?

ADVERTENCIA: Pido excusas de antemano por los posibles errores de coherencia que pueda tener este texto, pero de vez en cuando las palabras salen a borbotones de mi cabeza, y no me queda más remedio que transcribirla tal cual vienen. Una vez excusada, podemos continuar.

Todos creemos que podemos lidiar con la verdad. Nos sentimos maduros y grandes cuando la reclamamos a gritos, la exigimos o la vomitamos; pero la mayor parte del tiempo apenas podemos lidiar con ella. Es el arma más poderosa que hubo, hay y habrá sobre la tierra, y es por eso que nadie puede manipularla a su entero antojo. Si creen que exagero, piensen en algo... ¿Cuánto dinero invierten los grandes gobiernos del Mundo para esconder ciertas cosas? ¿Qué hacen las grandes religiones? ¿Qué es un secreto? De hecho, si nos ponemos en extremo analíticos, podemos decir que las guerras se originan por la búsqueda de la verdad.

Es algo con lo que tenemos una relación de amor/odio: Si nos favorece, la hacemos nuestro Dios; si nos perjudica, buscamos la manera de esconderla. Y en esto pasamos nuestros días.  Qué increíble es que gastemos tanto tiempo buscando algo, y que cuando encontramos, no somos capaces de manejar. Suena paradójico y absurdo, pero es la realidad.

Lo peor es que al final del día, cuando estamos solos en nuestras camas, luchando contra nuestros miedos y demonios, ella es la única heroína capaz de defendernos. Es la única arma efectiva, pero eso no quiere decir que siempre sepamos donde encontrarla...

Entonces, ¿La verdad? La verdad es que a nadie le gusta la verdad. Esa es la verdad.

miércoles, 13 de octubre de 2010

París... Todo se reduce a París

Esa es la ciudad de mis sueños, aún sin conocerla. Es dónde quisiera ver pasar los mejores momentos de mi vida. Siempre en mis historias de alguna manera u otra se cuela esta ciudad en la trama: algún personaje es de ahí, van para allá, pasaron por ahí, comienza ahí o termina ahí... Algo me ha atrapado de ella, más allá que la Torre Eiffel.

No sé si es que la tengo tan absolutamente idealizada que me me ha idiotizado. No sé si todo el mundo tiene una ciudad así en su mente. No sé cuándo me enamoré de ella, pero pasó... ¿Será normal esto de tener un idilio casi platónico con una ciudad entera? ¿Cómo la beso? ¿Acaso hacerle "pequeños homenajes" es la forma de escribirle cartas?

Sólo me surgen preguntas mientras comienzo a dudar que si de tanto imaginarme un lugar que no conozco podría llegar a enamorarme de un París que no existe, abriendo la posibilidad de correr el riesgo que se rompa mi corazón el día que lo conozca, y vea que no es como en mis sueños.

Para terminar, aquí les dejo una foto, que si bien no es la mejor, al menos se ve gran parte de la ciudad:
Oh là là Paris!


jueves, 7 de octubre de 2010

Dedicado a...

Últimamente me obsesionan un poco las dedicatorias. Quizás la cantidad de tiempo libre que tengo actualmente sea la razón por la cual dispongo de tantos pensamientos raros, quizás sea que me estoy volviendo vieja, o simplemente loca... Sin que me importe mucho el motivo, simplemente me he dedicado a leer algunas. Me he encontrado con algunas realmente hermosas, como otras que son graciosas, o las que simplemente te hacen sonreír. Comenzaré por anunciar mi favorita, y quizás algunos me tilden de cursi, sentimental, básica, o de lo que se les ocurra, pero en realidad no me importa cual calificativo me pongan, sólo digo que esta es mi preferida:
A León Werth
Pido perdón a los niños por haber dedicado este libro a una persona grande. Tengo una seria excusa: esta persona grande es el mejor amigo que tengo en el mundo. Tengo otra excusa: esta persona grande puede comprender todo; hasta los libros para niños. Tengo una tercera excusa: esta persona grande vive en Francia, donde tiene hambre y frío. Tiene verdadera necesidad de consuelo. Si todas estas excusas no fueran suficientes, quiero dedicar este libro al niño que esta persona grande fue en otro tiempo. Todas las personas grandes han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan.) Corrijo, pues, mi dedicatoria:
A León Werth
cuando era niño

Comencemos que "El Principito" es de uno de mis libros favoritos, de hecho alguna vez le dediqué una entrada. Además de eso, me parece absolutamente sincera. Simplemente hermosa...


Otras que me han encantando han sido estas:

Gesualdo Bufalino en Perorata del apestado: “A quien lo sabe”.

Mario Vargas Llosa en Travesuras de la niña mala: "A X, en memoria de los tiempos heroicos".

En “Las crónicas de Narnia”, El león, la bruja y el ropero:
Querida Lucy:
Escribi esta historia para ti, sin darme cuenta que las niñas crecen más rapido que los libros. El resultado es que ya estas demasiado grande para cuentos de hadas, y cuando este se imprima seras mayor aun. Sin embargo, algun día llegaras a la edad en que nuevamente gozaras de los cuentos de hadas. Entonces podras sacarlo de la repisa más alta, desempolvarlo y darme tu opinión sobre él. Probablemente, yo estaré demasiado sordo para escucharte y demasiado viejo para comprender lo que dices. pero aún sere tu padrino que te quiere mucho
C.S LEWIS 
Una en cuatro palabras: García Márquez en El amor en los tiempos del cólera: “A Mercedes, por supuesto”.

Y por último, una que es simplemente genial: Juan José Arreola escrita en Palíndroma: “La dedicatoria se suprime a petición de parte”.

Supongo que para dedicar una obra tuya se tiene que amar mucho a la persona o estarle enorme y eternamente agradecido. Y me imagino que tener un libro grite a los cuatro vientos tu nombre hasta el fin de los tiempos, debe ser sublime.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Carta de un amante

Querido (Siempre te he llamado así, y nunca he sabido el porqué):

No existe una forma en la que te pueda decir adiós sin llorar. Alguna vez pensé en lo manchada de mentiras que está esta relación, y por ello sospeché que despedirme sería más fácil, pero no es así. En estas líneas, siento que se me va la vida, porque eso fue lo que le diste a mi existencia en todos estos meses. Los días más felices han sido a tu lado, a pesar de los sustos, de tener que andar escondidos, de no poder demostrar nuestro amor públicamente... 

Alguna vez me dijiste que me amabas, y en ese momento pensé que me mentías, pero ahora es que me doy cuenta de toda la verdad que escondían tus palabras. Hacer el amor contigo era alcanzar la gloria infinita que se hallaba dormida en mi cuerpo.

Decidí despedirme por escrito porque si veo mi reflejo en tus pupilas, jamás podré apartarme de ti. Nunca sospeché que serías tú el amor de mi vida, tú que eres 15 años menor, que fuiste mi alumno, que comenzaste todo como un juego, que podrías ser uno de mis hijos... 

Esta despedida quema mi alma, me cala hasta los huesos... Sólo pienso en que debo hacerlo. A veces, ser mujer exige hacer grandes sacrificios únicamente por el bien de los demás, sin importar el tuyo. Te dejo libre para que ames a alguien que de verdad pueda corresponderte a tiempo completo, y no a medias.

Por última vez, te diré que te amo.

Siempre tuya,
A

jueves, 23 de septiembre de 2010

Los pequeños países

No sé si esta idea es originalmente mía, o si la escuché en algún lugar antes, pero la primera vez que recuerdo haberlo pensado fue en 1° año de la Universidad. "Wow, esto es como un pequeño país", fueron las palabras que cruzaron por mi cabeza. Me refería a la manera en cómo la Universidad estaba organizada. Había dirigentes, gente activa en la política, apáticos (entre los que me encuentro), autoridades, presupuestos, reglas, obreros... Todo lo que me parecía que tenía la organización de un país, a grandes rasgos, claro está.

A medida que fui avanzando en la carrera, me di cuenta que no era una idea tan descabellada, y comencé a extender esta idea del "pequeño país" a todos los lugares a donde iba, incluso a mi casa, donde sólo vivimos 2 personas (Seríamos algo así como Monserrat, de Reino Unido, que es el país menos poblado del mundo).

El tema lo saco a colación hoy porque me tocó vivir un pequeño episodio en el banco (Siempre he creído que Venezuela es uno de los pocos países en el mundo en el que la gente va tanto al banco). Me tocó ir a una agencia de cierta entidad financiera que vive llena de gente. Iba preparada hasta con un libro bajo el brazo, por si me tocaba pasar más de una hora ahí. Cuando llego, raramente el interior se veía vacío, y sólo había una fila de unas 5 ó 6 personas para entrar. Creí estar soñando, pero aún así me puse en la línea. Veo que al inicio de la línea está la gente un poco amotinada por el dispositivo de seguridad que utilizaba la agencia para entrar. Era una cabina que detectaba los metales. El detalle era que la cabina era un poco exquisita, obligando a la gente a dejar en la entrada, dentro de unos casilleros hasta las llaves de su casa. En un primer intento, probé pasar con todo lo que cargaba, menos el celular, las llaves del carro, y el reloj. Me rechazaron. En el segundo intento, dejé toda la cartera, sólo me quedé con el iPod, el libro, el monedero y un bolígrafo en las manos (A pesar que se veía vacío, insistí en pasar con el libro. Los bancos pueden ser engañosos). Segundo rechazo. Ya en un tercer intento, dejé el iPod en la cartera, y fue cuando por fin pude pasar. Adentro no duré ni 15 minutos, en serio (Quizás a alguien que no viva en Venezuela esto le podría sonar natural, pero a un buen venezolano esto le sonará a milagro o mentira). Hice mi depósito, salí sin ningún problema, y me vine a mi casa.

El punto es que en ese instante, en esa cola, vi un "pequeño país". Estaba quién mantenía el orden, quiénes se quejaban ruidosamente, quiénes hacían chistes al respecto, quienes acataban las instrucciones sin hacer mayor ruido, los que lograban entrar, los rechazados... Una pequeña muestra de la diversidad de personas que hay en los países, o al menos en éste.

Mi intención es hacer ver que ningún ser humano puede existir completamente solo. En todas partes tenemos la necesidad de relacionarnos con las personas que tenemos a nuestro alrededor, pero esto de crear los vínculos no puede ser al azar completamente. Necesitamos de ciertas fórmulas, por llamarlas de alguna manera, y que dentro de estas, que cada quien ocupe el lugar de un elemento. Todos somos necesarios, y cumplimos una función en el mundo, hasta en mi "pequeño país" de 2 personas, cada una tiene una obligacíón. Siempre y cuando cada quien haga lo que le corresponde, todas las "cosas en micro" funcionarán, y si éstas funcionan, el país grande funciona. No es tan díficil.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Unos pequeños retoques

Ponme esto, recórtame esto, quítame esto, estírame aquí... Esto es lo que generalmente uno escucha en una consulta de Cirugía Plástica. Antes que nada, quiero decir que respeto la ideología de cada quien, pero eso no me impide gritar y defender los míos, y exijo que de la misma manera sean respetados.

Una vez aclarado esto, haré mi statement sobre esta área de la Medicina que es tan polémica. Amada por muchos, odiada por otros tantos, es algo que tiene sus férreos defensores y detractores. No considero que esté en el extremo de alguna de las dos, porque ningún extremo es bueno, pero critico cosas de ellas, al igual que alabo otras.

¿Qué alabo? La parte reconstructiva. La posibilidad de poder devolverle, por ejemplo, un rostro "normal" a una persona que haya quedado desfigurada después de un accidente de tránsito me parece algo hermosísimo, porque brinda la posibilidad que la psiquis de esa persona sea restaurada, de levantarle su autoestima. Y eso sólo por poner un ejemplo.

Ahora, la parte que critico es el uso de ella para seguir los patrones de moda de belleza. ¿O acaso está escrito en algún lugar que las mujeres deben tener una cierta talla de brassier o tal medida de cintura? ¿Por qué una señora de 60 años tiene que aparentar tener 40 años? ¿Acaso la vejez no es la cosa más natural del mundo?

Ciertamente es muy bonito ser joven, y todo lo demás, pero cada quien debería estar en la capacidad de asumir la edad que tiene, o las medidas que tiene. Unos senos pequeños no deberían ser razón de ningún complejo, en la diversidad está la diversión.

Me imagino dentro de unos 25 años, cuando una hipotética hija de 15 años me pida operarse los senos... Esperen un momento... ¡Ya eso está ocurriendo! Sólo me cabe preguntarme a dónde llegaremos. No me parece ninguna exageración entonces pensar que mis futuros hipotéticos hijos me pidan operarse antes de incluso comenzar a desarrollarse.

Gente, pensemos un poquito, sólo es un cuerpo. Sí hay que cuidarlo, porque de él dependemos, y claro, un mimo no le cae mal... Pero me parece que la sociedad ha llegado a extremos impensables. Para finalizar, les dejo esta caricatura de una mordaz uruguaya llamada Maitena:




lunes, 13 de septiembre de 2010

¡Feliz cumpleaños Alexander Supertramp!

Hace un par de entradas mencioné a un amigo que llamé Alexander Supertramp. Hoy cumple años, 22 para ser exactos, la misma edad que yo. Así que en honor a su día, contaré nuestra historia:

Nos conocimos en 1° grado (En la escuela primaria para los que no son de Venezuela), y éramos el par de amiguitos más felices que puedo recordar. Demasiado adorables. Por aquél entonces, él era un poco gordito, y yo era bastante delgada. Parecíamos un 10, como se dice aquí. Durante algunos años, fuimos los mejores amigos. De hecho, hace un tiempo, entre unos papeles, encontré una prueba de 1° grado donde me pedían dibujar mi mejor amigo. Siempre he sido una pésima dibujante, así que lo mejor que pude hacer fue un círculo, con una cabecita, unos brazos y unas piernitas. Era hilarante. Creí que moriría del ataque de risa.

Pero los días felices estaban contados. Creo que fue en 4° grado cuando llegó un personaje al que llamaré Sheldon. Supertramp y él se hicieron muy amigos, tanto que despertaron los celos de una mujercita de 8 ó 9 años. Alex siempre había estado ahí sólo para mí, y ahora tenía que compartirlo. Me sentía robada. Comencé a alejarme de él, creyendo que él se acercaría a mí, pero causé todo el efecto contrario, él se quedó en el mismo punto, y yo caminé hacia la distancia. De alguna extraña manera, crecimos en direcciones distintas, pero iguales (Creo que eso es algo que sólo nosotros podríamos entenderlo).

Pasaron los años, y a pesar que estudiábamos en el mismo colegio y que teníamos amigos en común, yo insistía en "no hablarle". Qué estúpida fui. El punto es que nos graduamos, y cada quien siguió su camino. Él se fue a vivir fuera del país y yo tuve un "año sabático". Cuando se acercaba el primer aniversario de nuestro grado, él me envió un mail. Me decía que ya había pasado muchísimo tiempo de aquella pelea ridícula y que, a pesar de todo, para él yo seguiría siendo su mejor amiga para siempre. Me hizo bajar la cabeza. En ese momento, me di cuenta que a quien hoy llamo "Alexander Supertramp" era una de las personas más nobles con las que me toparía en la vida. Desde ese entonces, nuestros correos volaron por el ciberespacio. Para mí saber qué le pasaba se convirtió en una necesidad. Cada vez que encontraba un correo con él como remitente, me emocionaba. Había veces que los correos eran breves, pero otras eran largos y detallados. Hubo un mensaje que llegó a tener incluso capítulos, literalmente. No exagero... Eventualmente, bajamos la frecuencia de los correos, pero encontramos otras maneras de comunicarnos.

Hace 2 años nos encontramos en el mismo lugar. Nos tomamos ese café que tanto ansiábamos. Fue un encuentro maravilloso. Reírnos a la par, frente a frente es algo que atesoro en mi memoria. Él sabe cuánto ansío otro café.

Ayer le dejé 2 mensajes de voz deseándole un "feliz cumpleaños". Quizás hayan 2 de los mensajes más torpes y sinceros que haya hecho en mi vida, pero así son las cosas con el sr. Supertramp. Luego, en la mañana, él me respondió los mensajes con un correo, y enseguida lo llamé. Hablamos un rato, e incluso me estuvo ayudando a resolver una pequeña traba. Definitivamente él logra llegar a mi punto más sensible...

Esta historia se la he contado varias veces a otros amigos, pero hoy se me antojó contarla por aquí.

Así que por todo esto...

¡FELIZ CUMPLEAÑOS ALEXANDER SUPERTRAMP!

Te quiero por montones, ;)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Página en blanco

Me entero que existe tal cosa llamada como el "Síndrome de la Página en Blanco". Obviamente me ha pasado muchas veces que quiero escribir algo, y no sé cómo comenzar o por donde. Pensándolo bien, siempre tenemos páginas en blanco frente a nosotros. En todo lo que hacemos diario, hay que escribir algo, y ese algo que no se escribe solo (¿No sería buena idea inventar algo que haga que las cosas se escriban solas?), así que tenemos que ponernos a sacar palabras de nuestra imaginación, hacer parir nuestra cabeza.

¿Se imaginan un mundo dónde todo se escribiese solo? Por un lado, sería muy cómodo que mis trabajos de la Universidad se redactasen a sí mismos, o que los emails a mi jefa se escribiesen sin darme cuenta... Sí, bastante delicioso eso, pero, ¿Dónde dejaría mi placer por componer? ¿Acaso mis cuentos tomarían vida propia? ¿Las entradas de mi blog de generarían todos los días?

Pienso una y otra vez sobre ese insoportable síndrome, y me doy cuenta que a pesar de él, no preferiría que mis cosas se hiciesen solas, por mucho miedo que le tenga a la página en blanco. No quisiera que "algo" escribiese por mí, que me quitase la dicha de escuchar las teclas del teclado retumbando en el silencio de mi habitación. Es así como tampoco imagino que ese "algo" hubiese sido capaz de escribir Rayuela, Cien Años de Soledad, Un Mundo para Julius, o cualquiera de esas obras literarias que admiro.

Considerándolo de nuevo, hay que vencer a esa maldita página en blanco y llenarla "de nosotros mismos", o nada lo hará por nuestro lugar.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Salud

Para J

¡PLOP! Así sonó la botella de vino cuando J la descorchó. El líquido salió de su envase, después de estar un tiempo prisionero en él. Las verdes paredes se le antojaban aburridas, ya las había lamido hasta el cansancio; pero no así las paredes cristalinas de la copa. Sus curvas seductoras despertaban la sensualidad que llevaba el vino en sí, dormida desde siempre.




Dio una exhalación, con la cual llenó el ambiente con su aroma. Notó que alguien aspiraba su perfume, y se sintió halagado. De pronto, notó que este nuevo envase también se inclinaba, pero esta vez iba a parar en unos labios húmedos, calientes y llenos de vida. Luego correteó por toda la boca, y finalmente acarició la garganta, dejando detrás sí esa estela tan bien conocida.

-Te extrañé- le dije a J, mientras que lo abrazaba. Me hacía falta estar junto a él, compartiendo ideas, vivencias... O simplemente quedarnos callados, ese silencio tan nuestro, tan conversador, tan lleno de todo dentro de su gran vacío.

Él sonrió. Alzó la copa en el aire, y la ofreció a mi salud. Le respondí con una sonrisa. Los grillos cantaban al fondo, pero sus notas eran opacadas por la música que sonaba un poco más cerca. Corría la brisa, y pensé que había olvidado mi suéter en casa, pero bastó un solo movimiento para que J entendiese que tenía frío. Sin decir nada, se levantó, y me trajo un abrigo. Esos pequeños detalles eran los que le habían merecido todo el amor que le tenía. Como el día que se mojó en medio de una lluvia impetuosa, sólo para buscar su paraguas en el carro y llevarme al mío protegida. Esas cosas que parecen que ya las personas no piensan y que ya no esperas de ellas, y que cuando alguien las hace, se convierte en alguien especial.

-Yo también te extrañé- me respondió finalmente -Tengo mucho qué contarte.

Ambos sonreímos. Sabíamos que durante esas cortas separaciones, sentíamos que nos cambiaba la vida, y el otro no sabía. Finalmente, volvía a sentir que todo estaba bien en el mundo. Tenía mi copa en la mano y uno de mis amigos infalibles al lado. Había vuelto a casa.

Llegó el cartero

Por algunos segundos, detesto la vida moderna y algunas de las facilidades que ella nos ofrece. Últimamente, le tengo cierto recelo a la mensajería insantánea; pero antes que alguien me tilde de loca y quiera internarme en un manicomio, deberían dejar que me explicase. Ciertamente nos facilita la vida y está acorde con la vorágine vertiginosa que es el mundo moderno, y nos permite ahorrarnos toneladas de dinero. Si no, pregúntenles a los hombres de negocios que hacen las reuniones vía Internet, en vez de tomar un avión y reunirse en persona. Eso me parece maravilloso, el planeta sufre menos porque se reducen los vuelos, etc, etc, etc... Esa no es la parte que atacaré.

Lo que me causa "recelo", como he dicho antes, es los cambios que eso ha impuesto en relacionarnos con el mundo. Todo es más rápido, y algunos dirán que puede ser mejor, lo cual no me atreveré a negar, pero... De pronto leo en alguna autobiografía (uno de mis géneros literarios favoritos) de cómo esa persona se mantenía (en algunos casos, aún lo hacen) en contacto con sus seres queridos por medio de cartas, y siento una pequeña envidia. Me parece muy romántico eso de esperar pacientemente el correo; una vez llegado, abrir el sobre; enterarse de las noticias, sin importar si son buenas o malas; ver los trazos de la caligrafía; pensar en la respuesta; ponerla en el correo; dudar si se habrá puesto en marcha; imaginar la cara de la persona que la recibe al leerla... No lo sé, hay algo de nostálgico en las cartas.

Un amigo, al que llamaré Alexander Supertramp, alguna vez me dijo lo siguiente:

La verdad tambien me pasa como dices que a uno le hace falta uno de estos (los mails), sin embargo hay algo que definitivamente encuentro como triste en escribir mails y eso tambien ha influido en el hecho que no he escrito mas en mucho tiempo...
Supongo que desde leí eso comprendí lo nostálgico que es escribir cartas, sin importar si son electrónicas. A pesar de esto, es algo que no puedo evitar amar; aunque sea en contracorriente a lo electrónico y a la velocidad del mundo actual. Si nos ponemos a ver, la percepción del tiempo nos ha cambiado tanto, que antes si no recibíamos noticias de alguien en meses era lo normal, luego pasó a ser días, después horas, y ahora son minutos... ¿O acaso alguien es capaz de negar que cuando no le responden algún tipo de mensaje en minutos, se pone nervioso?

Estamos imbuidos hasta la cabeza en estas velocidades inhumanas, tanto así que ya no nos tomamos para escribirnos, esa calma que se requiere para poner al tanto a otro de nuestras vidas. Nos conformamos con comunicarnos en tiempo real, y de saber todo al momento, sin estar conscientes que de esa manera no quedan rastros de nuestras conversaciones. Es así como mi generación no tendrá un paquete de cartas atados con una cinta para mostrarle a sus nietos, y eso me parece más triste que escribir una carta.

De esta falta de huella, confieso que me pasa un fenómeno un tanto particular: confundo los cuentos. Cuando retomo las conversaciones con mis amigos, me ataca la duda. "¿Fue ella la que cortó con el novio?" o "¿Él es que está saliendo con una Daniela?"; cosas como estas son las que comienzo a preguntarme, y por toda respuesta sólo obtengo una imagen de un remolino mental de historias: las de ellos, las mías y las que imagino.

En conclusión, creo que deberíamos intentar retomar eso de las cartas, a ver si así el mundo comienza a girar un poco más despacio, y si valoramos los momentos un poco más.

lunes, 30 de agosto de 2010

15 días después

15 días. Me propuse tomarme 15 días en los que liberaría mi mente, en los que no pensaría en libros, ni en escritura... Ni en nada que tuviese que ver con letras. Tenía que haber supuesto que fracasaría. Debí haber adivinado el fracaso en el minuto en el que la intención se formó en mi cabeza. Era imposible que mi imaginación se quedara quieta, esa niña hiperactiva que incesantemente danza en mi cabeza, a velocidades tan inverosímiles que me cuesta seguirla. Esos 15 días resultaron ser un gran fracaso.

Comencé por inventar cuentos para distraer el mortal aburrimiento, y terminé por soñar con la realidad que no es real, la que sólo existe en mi cabeza, de la que he intentado huir un par de veces, pero a la que irremediablemente vuelvo.

Simplemente es cuestión de ni siquiera planteármelo de nuevo.

Por aquí les dejo un pequeño relato:

Para T, quien nunca se ha ido realmente

-Amiga te extrañé- le dije en medio de ese abrazo que no olvidaré jamás.

Ella había dejado las maletas tiradas en el suelo. El tren comenzaba a dar marcha a sus ruedas, dejando detrás de sí una estela de personas con su equipaje. No sé si el tiempo pasó rápido o lento, sólo contaba que finalmente me había reunido con ella.

-Vamos, tenemos mucho de que hablar- me dijo ella, mientras intentaba retomar todas las maletas que había soltado, pero no fue necesario. Yo tomé un par de ellas, y ella simplemente me lo agradeció con una sonrisa.

Tomamos un taxi hasta mi casa. Por el camino, íbamos conversando en ese lenguaje privado que sólo entienden quiénes lo han creado. Eso era el resultado de haber crecido juntas, nadie más podría ocupar en el corazón de alguna el lugar que ocupaba la otra.

-¿Café?- le pregunté una vez que estábamos sentadas en la mesa de mi cocina.

-Como siempre.

-Cuándo éramos pequeñas, no tomabas café, eso ha de ser nuevo.

-Claro que es nuevo... De hace 10 años para acá.

-Para el tiempo que llevamos conociéndonos, eso es poco. No me puedes pedir aún que lo recuerde.

Estallamos en carcajadas. Nos reíamos de algo que sólo a nosotras nos causaba gracia. Así éramos nosotras.

-¿Recuerdas el día en que te conocí?- le pregunté, mientras que lo reproducía en mi memoria.

-Vagamente- me respondió ella con la mirada perdida.

-Estábamos en 3° grado, y ese día tus "amiguitas" habían decidido ignorarte por alguna razón que no recuerdo. Me imagino que te sentiste tan sola, que decidiste hablarle a la niña rara del salón. Supongo que pensaste que si no te agradaba mucho, con ignorarla al día siguiente sería suficiente.

Sonrió. Creo que ella no recordaba haber pensado, pero conocía mi costumbre de poner palabras en los pensamientos de otra persona, así que no me hizo mucho caso.

-Y mira dónde estamos...- me contestó ella con una sonrisa medio socarrona. Yo también sonreí.

-De verdad que no me imagino que habría sido de mí sin ti- me atreví a confesarle.

-Te seguirías vistiendo sólo de negro horrible, y serías un "niño".

Ambas volvimos a reír francamente.

En ese instante comprendí que nuestra amistad era larga y fuerte, y que nada iba a cambiarla. Había evolucionado mucho desde aquél día en el que decidimos hablarnos cuando éramos unas niñas, pero ni el tiempo ni la distancia habían hecho mella en ella. Sin importar lo que pasase, siempre seríamos amigas. Ella es una de esas personas que me mantenían atada a la tierra, con sus consejos sinceros y oportunos. No la cambiaría por nada.

domingo, 15 de agosto de 2010

¡Vacaciones!

Este es momento de respirar, relajarse tomarse un tiempo...


Así que por unos días, este blog estará de vacaciones. Regresará en septiembre. ¡Disfruten!

XOXO, Pao

martes, 10 de agosto de 2010

En caso de emergencia, presione F1


Ayuda... Una palabra que a muchos de nosotros nos cuesta pronunciar. Y es que no es tan fácil como muchos lo quieren hacer parecer. Pedirla es admitir que estamos mal, que no es un buen momento, que no podemos resolver determinada cosa por nuestros propios medios.

A pesar de esto, llega un momento en nuestras vidas en el que nuestras herramientas se vuelven insuficientes, y necesitamos clamar por intervención de afuera. Un huracán de sentimientos arrasa con nuestra cordura, nos arranca de raíz de la sanidad, y nos deja tirados en cualquier lugar que le dé la gana. Es así, porque por dentro somos complejos, como si fuésemos muchos mundos dentro de un mundo. Nos hacemos pequeños, y necesitamos que alguien más no brinde abrigo.

Y no, no es fácil admitir que estamos mal, porque nos gusta pensar que somos autosuficientes, pero ahí estamos, en medio de esa tempestad incontrolable, sin salida a la vista. A menos que bajemos la cabeza y seamos capaces de presionar el F1 del teclado de nuestra mente y pedirle a los de afuera, gente que nos quiere, que nos rehabiliten un poco.

Después de todo, nadie dijo que los seres humanos somos islas. Para eso hacemos relaciones, para ayudarnos, así que... F1

viernes, 6 de agosto de 2010

Dos cortometrajes sobre el amor

El amor es así, tiene su propio lenguaje, no necesita de idiomas, cada pareja crea el suyo. Siempre nos las ingeniamos para comunicarnos con el amado. Aquí les dejo 2 cortometrajes que me encantaron.

El primero fue hecho en stop-motion, lo cual lo hace aún más maravilloso. El segundo es muy lindo. Disfrútenlos, =):




viernes, 23 de julio de 2010

Found in translation


(Lost in Translation entró a la lista de mis películas favoritas a la primera vista, a pesar que me perdí una pequeña parte. Todo en ella me parece genial, desde lo obvio, que es la trama, hasta los pequeños detalles como la música)

¿Saben esa sensación de sentirse aturdido por la multitud? ¿De que gritas pero que nadie escucha? ¿O que tienes mucha gente alrededor pero que no te acompañan? Ese sentimiento de "soledad acompañada" es terrible. Es como esa imagen en ciertas películas, donde un personaje está parado en el medio de la calle, y mientras él o ella permanece quieto/a, el resto de la gente pasa por los lados a una velocidad increíble. No es incoherente sentirse solo en medio del mar de gente.

Nos pasa a todos en algún momento de la vida. Hay personas que de repente despiertan a medianoche, y saben que quien está a su lado es su pareja, pero aún así se sienten solos y desamparados; quienes en medio de una fiesta, se sienten excluidos... Y la soledad, irónicamente, no viene sola, viene acompañada. Incomprensión, ese sentimiento en el que nadie se identifica con lo que estamos viviendo.

Pero como en los cuentos, siempre aparece alguien a nuestro rescate. Siempre en medio de la multitud hay alguien que se para al lado de nosotros a contemplar la gente pasar. Y entonces la soledad va siendo reemplazada paulatinamente por momentos únicos, que luego atesoraremos en nuestra memoria.

Si estuvieses solo/a en una ciudad, dónde ni siquiera comprendes el idioma, y te encuentras a alguien que te compañía... ¿Qué harías? ¿Dejarías todo atrás? ¿Huirías con esa persona? ¿Te enamorarías? No es tan obvio como parece.

martes, 20 de julio de 2010

Yo quiero ser como...

Todos lo hemos dicho alguna vez: "Yo quiero ser como..." y luego sigue un nombre o un pronombre personal. Suelen llamarle "modelo a seguir", pero yo no coincido para nada en ello. Yo les digo inspiración o motivación, ya que no deberíamos seguir a nadie. Cada quien es distinto al otro, y logra sus metas por un camino único y completamente distinto al de los demás.
Pese a que pienso esto, sigo diciendo la frase: "Yo quiero ser como ___________"; sólo que en mi caso, son varias líneas. Yo quiero ser como todos ellos:


(Voy desde la izquierda superior hasta la derecha inferior):
  • Gustavo Cerati: Sus letras... Son maravillosas. Tú interpretas algo, yo otra cosa, al final significa algo completamente distinto; pero de alguna extraña manera, todos están en lo correcto: Líder de Soda Stereo
  • Stieg Larsson: Por su habilidad de retratar la realidad de su entorno con giros inesperados. Trilogía Millenium
  • Carlos Ruíz Zafón: Porque después que te atrapa una de sus obras, no logras salirte de ella hasta terminarla: La sombra del viento
  • José Saramago: Su estilo es impecable. Tanta perfección, simplemente asombra. Sus reflexiones te llegan al subconsciente: Ensayo sobre la ceguera
  • Sofia Coppola: Logró contar una historia que podría ser aburrida de tal forma, que logra captar la atención completamente: Lost in translation
  • Iván Matta y Henrique Lazo: Locutores de La Mega. Son dos de las personas más cultas que he escuchado en la vida.
  • Eva la Yerbabuena: "Bailar con arte" (expresión flamenca) es una de las cosas más difíciles de la vida...
  • Jorge Luis Borges: Uno de los mejores cuenta cuentos que ha habido. Quisiera llegar a tener su voz narrativa... Algún día: Ficciones
Claro está que me falta mucha gente más, como Julio Cortázar, Antoine Saint-Exupéry, Angela Merkel, entre otros, pero requeriría varios collages, y tantas otras entradas más.

Todos queremos ser como alguien o inspirarnos en ellos. Eso no está mal, porque solemos necesitar impulso; el detalle está en lograr en colar las influencias exteriores y ser nosotros mismos.

Veo, veo, ¿Qué ves?

Yo veo, tú ves, él ve, nosotros juzgamos, vosotros juzgáis, ellos juzgan... Es así como funciona la vida, ¿No? Cada quien ve las cosas por sus propios medios, pero los juicios los formamos según el colectivo: Los adultos siempre tienen la razón; lo caro siempre es mejor; los hombres pueden ser infieles porque son hombres; las mujeres deben soportarlo todo; sólo los gays tienen SIDA; si te vistes de negro completamente todo el tiempo, estás en drogas; si tienes 40 y no te has casado, no lo harás nunca; todas las mujeres manejan mal... Etc, etc, etc... Podría seguir enumerando prejuicios, hasta llenar la página, pero esa no es la idea.

Todos tenemos prejuicios, esas ideas que se forman en nuestra mente sobre las personas con apenas verlas. Es inevitable formarse una primera idea cuando uno se encuentra a alguien por primera vez, pero la diferencia entre una idea y un prejuicio está en la velocidad del cambio. Las ideas cambian fácil y relativamente rápido, mientras que los prejuicios son casi que inamovibles. Están ahí para que tengamos una valoración previa de los otros, pero lo grave es cuando esos juicios de valor se convierten en una plantilla en la que buscamos encuadrar ciertos prototipos. Cuando ya tenemos estos moldes, y lo que queremos es hacer encajar a cada quien en el que "le corresponde", es dónde todo decae.

Ya no nos damos la oportunidad de realmente conocer a la gente, sino que nos conformamos con ver dónde pertenece, y pasar al siguiente. Obtenemos las ideas erradas, nos llenamos de subjetividades, y lo que es peor, dejamos de conocer gente auténticamente valiosa por estos pensamientos tontos.

Si tan sólo pudiésemos dejar atrás nuestros prejuicios... Quizás, y sólo quizás, el mundo sería un lugar más amigable.

lunes, 12 de julio de 2010

En medio de una plaza

Hay imágenes que te hacen sonreír y soñar. Esta fue una de esas:



Me gusta el momento de intimidad en medio de algo tan público como una plaza, no hay colores que distraigan, la manera en que se miran... Es esa sensación de complicidad que no se tiene con cualquiera. Eso no se finge.

Esta imagen definitivamente vale más que mil palabras.

domingo, 11 de julio de 2010

Sexo: Un arma de doble filo (II)

"El sexo sin amor es una experiencia vacía. Pero de todas las experiencias vacías que existen, hay que reconocer que es una de las mejores", Woody Allen

Lo que pensé que sería una reflexión única, ahora tiene una segunda parte. Así que aquí les traigo una segunda reflexión de "Sexo: Un arma de doble filo":

Todos tenemos algún vacío en nuestras vidas, un punto muerto, un espacio que no logramos llenar... Defínanlo cómo quieran, pero ahí está, ese hueco negro que amenaza con llevarse al demonio nuestra tranquilidad, que jamás es absoluta, sino relativa.

Intentamos ponerle muchos tipos de relleno: amigos, novi@s, dinero, cosas, viajes, vicios, placeres... Y eventualmente llega el punto dónde queremos llenarlo con sexo, el cuerpo de otra persona con el nuestro. Orgasmos, noches de locuras y excesos... Cualquier cosa nos parece suficiente para hacerlo.

Nos volvemos superficiales. Comenzamos a ver a nuestros semejantes como fuentes de placer, delirios y locuras y no como personas. Dejamos de buscar corazones, para pasar a buscar cuerpos. No vemos más allá, sino lo que nos presentan. Pretendemos construir una relación duradera en base a sensaciones temporales, y en el camino, nos vamos volviendo más vacíos, más huecos, y no nos damos cuenta.

De repente, nos encontramos en un momento dónde estamos acostados al lado de una persona completamente desconocida, porque jamás nos tomamos el tiempo para conocerla, sino que simplemente "fuimos al grano": te ví, me viste, nos leímos las mismas intenciones, lo hicimos, y nos despedimos. Pasamos así de un cuerpo al otro sin notar mayores diferencias, porque si bien todos los cuerpos son completamente distintos, la mecánica sigue siendo la misma. Le quitamos lo interesante: ver lo de adentro, que al final del día es lo que realmente importa.

Nos damos cuenta de nuestro error, y queremos tratar de volver el tiempo atrás, pero no podemos, él es cruel y déspota y jamás espera a nadie (Por eso detesto tanto la frase de "darle tiempo al tiempo", ése "pana" no espera).

Y ahí estamos, en medio de ese círculo vicioso, sin ver ninguna salida. Para salir de ahí, se requiere mucho coraje y voluntad, porque cambiarnos a nosotros mismos es más difícil que cambiar el mundo entero.

Por eso es que me encantó lo que alguna vez le escuché a una abuela: "Cásate con alguien con quien puedas conversar, no con quien tengas un sexo maravilloso. Eso ayuda, no te diré lo contrario, pero cuando llegas a mi edad, te das cuenta que esto se esfuma, y lo que queda es la esencia de la persona"... Fue algo que me marcó.

Así que nuestros vacíos no se llenan con el cuerpo de otros, se rellenan con nuestra propia evolución. Sexo, un arma de doble filo: te construye o te destruye.

viernes, 9 de julio de 2010

Alas para volar

"Pies, pa' que los quiero, si tengo alas para volar", Frida Kahlo



En los últimos días, he estado pensando un poco sobre Frida Kahlo. No estoy muy segura del porqué, pero supongo que haber visto este Google doodle el martes (6 de julio), celebrando su cumpleaños número 103, me influenció:



(Como siempre, les dejo la información sobre ella de mi siempre útil Wikipedia)

Ella es una de esas personas que me parece admirable. Fue capaz de nadar contra la corriente desde muy pequeña. Su vida no fue fácil, pero aún así supo cómo ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Sacarle provecho a todo lo que tuviese a su alcance, incluso a su propia soledad. Según ella, esa era la razón porque ella pintaba tantos autorretratos.

Eso de saber aprovechar todo, no es innata en todos, pero sí se puede desarrollar, todo es cuestión de querer. Incluso la peor de las cosas nos deja algo bueno. Tampoco quiero decir que debamos ser ciegos a lo malo o a la tragedia, pero es ventajoso el saber cómo cambiarle la perspectiva a las cosas. Para ello, todo es cuestión de imaginación, de ingerniárnoslas para saber cómo cambiar las cosas a nuestro favor.

En mi opinión, la imaginación es uno de nuestros mejores aliados, si sabemos utilizarla. Con ella podemos huir dónde queramos, ver las cosas cómo se nos antoje, construir un mundo nuevo... A veces, la dejamos atrofiada, como una parte de nosotros que no usamos, y luego , de repente, pretendemos sacarle el jugo. No funciona así. Debe ejercitarse, desarrollarse, como cualquier músculo del cuerpo. Comenzar de a poco, y luego ir aumentando su capacidad, hasta que un día nos sorprende y somos capaces de crear cosas que jamás sospechamos que podíamos hacer.

Si todos la utilizamos un poco más, y cambiamos las perspectivas de las cosas, este mundo será un lugar mejor, porque para movernos es mejor utilizar las alas que los pies. Son más rápidas, ;)

lunes, 5 de julio de 2010

Duelo a muerte

-Vine a buscarte-le susurró la muerte en el oído.

-Yo aún no estoy listo para irme-le dijo él, mirándola a los ojos con determinación.

Había sentido ese gélido murmullo en su oído varias veces... Tantas, que ya no le temía. Sabía que le encantaba jugar al "gato y el ratón", así que jamás la tomaba en serio.

-Esta vez no te miento-insistió ella.

-Eso mismo dijiste la última vez-le replicó él.

Ella, al verse desenmascarada, revoloteó a su alrededor, sólo con la intención de hacerlo sentir mal.

-No lo estás logrando-le dijo él. Ya conocía ese truco, lo había visto otras veces, las suficientes como para permitir que le afectase.

-Sabes que eventualmente ganaré, ¿Cierto?

-Como siempre, pero mientras yo pueda darte batalla, no te la pondré tan fácil.

-¿Por qué no te rindes de una buena vez?

-Porque quiero vivir. No dejaré que ganes así de fácil.

-Sería más fácil.

-Nunca me ha gustado lo fácil.

-Entonces tengo un reto. Eso me emociona.

Sonrió. Bueno, si se podía llamar sonrisa a la mueca espantosa que tenía en la cara.

-Amor, ¿Estás despierto?

Una voz femenina sonó a la distancia. Una figura se delineaba a contraluz en la entrada del cuarto.

La muerte se desvaneció sin dejar rastro. Èl abrió los ojos, y vio a su esposa, con la bandeja del desayuno en las manos.

-Hola mi vida.

Se acurrucó junto a él. Sentía que cada instante que pasaba a su lado, se aproximaba el momento en que no lo tendría más.

"Por estos momentos, es que no se lo pondré fácil", pensó él, dispuesto de darlo todo hasta el último aliento.

sábado, 3 de julio de 2010

Las rosas de la vida

En honor a "El Principito" y su rosa:



"Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella" El zorro.

No sé ustedes, pero yo en lo particular odio las despedidas. (En realidad, dudo encontrar a alguien que les guste, pero como decía El Principito: "Nunca se sabe"). Me parecen completamente odiosas. Suelo adaptarme tanto a la gente que tengo a mi alrededor (Y a veces hasta me hago dependiente de ellos), que cuando se van, me siento completamente perdida.

Hay veces que le digo a esas personas que me parecen indispensables, que no recuerdo cómo era la vida sin ellos. Creen que se los digo jugando, y se ríen, pero en realidad no todos no se dan cuenta de que les he revelado uno de mis puntos débiles más grandes: Me "enamoro" de cierta gente, y luego sufro.

Pienso que cada quien tiene un momento determinado en nuestras vidas, que llegan para que aprendamos algo, y que una vez que lo aprendemos, si se quedan es porque estamos viviendo el tiempo extra; pero por lo general se desvanecen. Hay relaciones demasiado intensas, que son cortas, y aún así dejan una huella muy tangible. Por otro lado, hay otras que son sigilosas, que crecen entre nosotros sin hacer mucho ruido, y están destinadas a durar un largo tiempo. ¿De qué depende el cuánto durarán? No lo sé, pero casi me atrevería que es "destino", aunque en realidad no esté segura de creer en él. (Prefiero pensar que nosotros tenemos la posibilidad de manejar nuestras vidas en la palma de la mano, sin importar que esté equivocada)

La rosa llegó a la vida de nuestro Principito para enseñarle lo grandioso del amor, y de las "estupideces" que somos capaces de cometer en su nombre. Amamos, luchamos, herimos, cambiamos, suspiramos, creamos... Y todo ello, a veces, sin apenas darnos cuenta.

Todos tenemos nuestra "rosa" en la vida. Creemos que es única, cuando en realidad para el resto del mundo es alguien más, pero para nosotros, es la luz.

Por eso es que cuando debemos despedirnos de ella, tenemos ser valientes. Significa mayor amor dejar libre a alguien si lo necesita, que retenerlo a nuestro lado. Eso quiere decir que lo/a amamos tanto, que somos capaces de sobreponer su bienestar antes que nuestros sentimientos, y eso es verdadero y puro amor.

Cuando tengas tu "rosa", cuídala, porque no sabes cuánto tiempo permanecerás a su lado.

miércoles, 30 de junio de 2010

Un poco de inspiración

Hay veces que nos tropezamos con una imagen que nos cautiva, y no sabemos el porqué. Hoy, paseando por un centro comercial, me encontré con esto en la exhibición de una tienda:

Hubo algo en ella que inmediatamente atrapó mi atención. Quizás fue la tranquilidad de los transeúntes (¿Alguna vez existió aquí en Venezuela una época en la que la gente caminara sin paranoia? No la recuerdo...); o el ciclista solitario que marca la diferencia; o lo monocromático... No puedo precisar la época o el lugar. ¿Nueva York? Tal vez pueda ser París... (Lo siento, siempre sueño con la Ciudad Luz). ¿Años '40? No lo sé, pero me pareció demasiado agradable de mirar.

Dibujé una medio sonrisa al verla. Simplemente fue un rayo de luz en medio de la cotidianeidad.

Y es que esa es la verdadera función del arte: Detener el mundo por unos segundos, minutos si es posible, para que nos paremos a admirar la belleza de algo.

miércoles, 23 de junio de 2010

Está más cerca de lo que piensas



A todos nos ha tenido que pasar alguna vez: Buscamos algo al otro lado del mundo, y al final del día, lo tenemos justo en nuestras narices. No sé si a ustedes les ha pasado, pero al menos a mí sí.

¿Por qué será que las personas nos empeñamos en hacerlo todo tan complicado? A veces, nos empeñamos tanto en ignorar lo obvio, que terminamos por hacernos daño. Pero también comprendo en cierta medida la razón por la que lo hacemos. En mi opinión, la mayoría de las personas le tenemos miedo a la felicidad. Todos solemos decir que lo que más queremos en el mundo es ser felices, pero cuando llega la oportunidad... Nos vamos para atrás. Ya una vez hablé de lo que era la oportunidad en el amor, pero este vídeo me pareció excelente para ilustrar no sólo eso, sino la ceguera que a veces nos ataca de no ver lo que tenemos de color florescente con luces de neón justo en frente.

Sólo es cuestión de abrir los ojos, y ver sin prejuicios lo que está a nuestro alrededor. Quizás el tesoro que andamos buscando está debajo de nuestros pies, y no necesitamos seguir usando ese viejo mapa.

P.S.: Gracias a @Sergi1410 por haberme recomendado este vídeo. Sabe lo mucho que me gusta la buena publicidad, ;)

Dios: ¿Existe o no existe?

"¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre?", Nietzsche
"Me desconcierta tanto pensar que Dios existe, como que no existe", García Márquez
"Yo no sé si Dios existe, pero si existe, sé que no le va a molestar mi duda", Mario Benedetti
"Para ti soy ateo. Para Dios, la oposición", Woody Allen

Dios... Qué tema tan polémico. Jamás nos cansaremos de hablar de Él. Para mí, no existe. Me considero 98% atea (El otro 2% es de duda, nunca se sabe), pero respeto a los que quieran pensar que sí.

Me agrada la posición de Mario Benedetti, es de desconcierto, al igual que la de García Márquez. La de Woody Allen, como era de esperarse, es de una filosofía simple pero densa. Y Nietzsche... Cuando se trata de él, nada es sencillo.

Comprendo que es una necesidad inherente a la naturaleza humana creer en algo superior, porque nos es mejor creer que existe una fuerza "más allá", algo nos está dirigiendo o preparando algo para nosotros, pero desde mi punto de vista cada quien tiene en sus manos el poder de cambiar su vida.

Siempre que converso esto en algún sitio, las personas que sí creen en "algo" me dicen: "Ajá, ¿Y qué piensas de esas cosas que no tienen explicación?"; a lo que les respondo: "Eso... AÚN no tienen explicación. A la humanidad todavía le falta mucho trecho por recorrer y muchas cosas por explicar".

Otra pregunta que suelen hacerme es que si soy marxista, a lo que respondo negativamente. Todo marxista es ateo, pero no todo ateo es marxista.

Ser ateo o atea va más allá de no creer que exista un Dios o como quieran llamarlo. Es asumir que en realidad cada quien es responsable de su propio destino.

Mucha gente suele confundir el no tener o no creer en una religión con el ateísmo, cuando en realidad no son la misma cosa. Una cosa es creer en un Dios, pero sin creer en métodos, (lo que creo entender que es el agnosticismo); y otra es no creer en Dios o negar su existencia o que te dé igual.

¿Creo en algo? Sí, después de todo, no puedo negar mi naturaleza humana. Creo en la vida y en el raciocinio de los hombres, pese que nos ha fallado cualquier cantidad de veces. Cada vez se me hace más repulsivo ver los noticieros, ya que siempre las malas noticias logran superarse a sí mismas.

Me enteraré si Dios existe o no el día que termine mi vida, mientras tanto, prefiero creer en lo que puedo "ver".

P.S.: NO pretendo criticar a nadie, sólo sentar mi postura. Cada quien puede creer en lo que quiera. =)

martes, 22 de junio de 2010

Un genio no muere

Son como un selecto club en el cual se entra sólo si se tiene la cantidad de materia gris necesaria: genios, esas personas nos pueden hacer sentir como si nosotros fuésemos la arena sobre la que ellos se sientan a meditar su próxima gran idea.

A lo largo de la historia han habido tantos como soluciones a los problemas, algunos de ellos reconocidos, otros no tanto, e incluso los hay desconocidos en absoluto.

Es algo que comienza tan sutilmente, que es imposible que cuando a una madre le entregan a su hijo recién salido de sus entrañas, ella sea capaz de predecir cuál va a ser la huella de su su vástago en la humanidad, ¿O es que acaso la madre de Borges, Picasso o Einstein fueron capaces de hacerlo? No sé si lo llegaron a pensar, pero en realidad no creo que hayan podido hacerlo. Es más, no creo que ni siquiera ellos mismos mientras desarrollaban sus obras hubiesen podido definir el alcance de las mismas. De hecho, el mismo Einstein dijo que “Si hubiera previsto las consecuencias me hubiera hecho relojero”, cuando vio que sus descubrimientos se utilizaron para hacer la bomba atómica.

Aún así, para bien o mal, sus obras perduran en el tiempo. Más de medio milenio después seguimos recordando a Leonardo Da Vinci, y utilizando lo que él enseñó.

Quizás dentro de cada uno de nosotros se esconde una respuestas que corresponda a una de las tantas preguntas que se hace la humanidad, pero no somos capaces de trabajar lo suficiente para llegar a ellas.

Después de todo, la inmortalidad no es algo que cualquiera pueda afrontar.

Grande Cerati


En honor a Gustavo Cerati:

Nunca sabrás cuánto influyes en la vida de alguien, ni cuál es el alcance real de tus acciones. La mayor parte del tiempo, uno mueve los hilos del destino de otra persona sin saberlo.

Por ejemplo, Cerati no está consciente de toda la inspiración que me han regalado sus palabras. Cuando él escribió "Té para tres", no sabía que iba a regalarle una idea a una chica venezolana para uno de sus cuentos.

Por tanto, esta breve entrada es para agradecer a TODOS los artistas por los pedacitos de sueños que nos dan sin darse cuenta.

El efecto de lo que hacemos es como una piedra en un lago: Ella se hunde, pero la onda se expande hasta hacerse invisible.

lunes, 21 de junio de 2010

Murphy también se equivoca

Creo que más de una vez alguno de nosotros le ha tenido que "mandar unos cordiales saludos" a la mamá de este señor, porque nos ha fregado la vida a todos (Aquí les dejó el link con la información de mi querídisima Wikipedia y por aquí algo más para que se diviertan con esto).

Esta bendita ley y todos los corolarios que de ella se desprenden, han hecho que la vida moderna sea una extraña confluencia de crueles ironías. Por ejemplo, si dejaste el paraguas en casa, lloverá; o como pensaste que no iba a llover, te pusiste sandalias se te empapan los pies, y como el agua está tan contaminada, te sale un hongo... Y así se desencadenan una serie de eventos de un simple pensamiento: "Hoy no va a llover".

Podría sonar pesimista, pero en mi opinión no se trata sólo de una visión negativa de los hechos, sino lo que nos ha comprobado la realidad fáctica.

Pero antes que alguien vaya a saquear la tumba de Murphy (si es que se sabe dónde está), o que me vayan a catalogar de "negativa", debo añadir otras cosas.

Si bien es cierto que existe esta aparente "Ley" que signa el futuro con negras nubes, también es cierto que no todo lo debemos dejar al azar. Para eso el ser humano tiene dos herramientas muy poderosas que las puede usar a su favor o en su contra: El raciocionio y el libre albedrío.

El primero, nos permite pensar y llegar a conclusiones lógicas sobre qué es lo mejor que nos conviene, conectar los hechos y/o datos con su consecuencia. Es una habilidad que la comenzamos a desarrollar apenas nacemos, y que nos toma toda la vida llevarla a término.

En el caso del paraguas: si sabes que es época de lluvia, aunque esté haciendo unos 40° a la sombra, agarra el paraguas; debes prever esas nubes fatídicas.

El segundo, nos da la libertad de escoger lo que creamos más conveniente. Esto suele ser lo más subjetivo, porque eso de saber que "es lo mejor", nos confunde. Algunos nunca no llegan a descifrarlo del todo. Es mucho más difícil de lo que parece.

En el mismo caso del paraguas: decidir si es más conveniente cargar con él, o correr el riesgo de terminar emparamados.

Sólo quedan aquellos hechos accidentales, sobre los que no tenemos influencia. Hay cosas que nos están indefectiblemente preparadas en el camino, así que nuestra única defensa es sobreponernos a ellos con lógica y determinación.

Así que, si usamos bien nuestras habilidades, podemos hacerle un jaque a Murphy. (Jamás será "mate", porque la partida nunca termina).

jueves, 17 de junio de 2010

Suerte en el amor

(Esta película se llama: "500 days of summer". Es una de las comedias románticas mejores construidas y más inteligentes que he visto en mi vida. La recomiendo con los ojos cerrados.)



"Suerte es lo que pasa cuando la preparación se encuentra con la oportunidad" Séneca

¿Alguna vez has sentido miedo? No cualquier miedo, no de ese que te da cuando la casa está sola; o cuando, si vives en Venezuela, alguien parece seguirte, o tienes que pararte en un semáforo a las 11 de la noche; ni el que sientes antes de un examen, o una entrevista importante... No, no es ese miedo, que es natural y común sentir. Me refiero al que se siente a conocer alguien especial.

Siempre pensé que era el tipo de chica que estaba lista para todo. Que si conocía al hombre de mi vida mañana, ya estaría lista para todo, incluso para recorrer ese largo camino que hay entre la puerta de una iglesia hasta el altar, que todo era cuestión de "ponerle ganas"; pero luego me di cuenta que el amor no vive sólo "de ganas".

Filosofando el otro día con mi almohada (Que es la cosa más cómoda que tengo), me di cuenta que si en este momento llegase EL hombre de mi vida poniéndome el mundo a mis pies... No sabría qué contestarle. Qué irónico, ¿No?

Si tuviese la oportunidad ya... No me sentiría preparada, así que no tendría suerte. No sé si es que cuando vamos creciendo perdemos el ímpetu de lanzarnos al vacío, sin mirar mucho; o es que desarrollamos cierto sentido de prudencia.

El detalle, como siempre, es encontrar el bendito equilibrio: lograr tener una prudencia impetuosa o un ímpetu prudente.

Así que hasta para amar hay que estar preparado. No es fácil estar dispuesto a entregarlo todo. Eso requiere esfuerzo, pero reconozco que la recompensa vale la pena. Estar junto a alguien que te valore, que te ame... Es algo que todos queremos.

Entonces, para escribir nuestra propia historia de amor, necesitamos estar preparados y tener la oportunidad. Sólo entonces podremos decir que tenemos suerte.

¿BBC vs. Chávez? o ¿Chávez vs. Venezuela?

(Había tratado de mantenerme alejada del tema, pero no vivo debajo de una piedra, así que sólo pude hacerlo por una cierta cantidad de tiempo. Esta entrada es de Política...)

"El mago hizo un gesto y desapareció el hambre, hizo otro gesto y desapareció la injusticia, hizo otro gesto y se acabo la guerra. El político hizo un gesto y desapareció el mago", Woody Allen

Todo comenzó con un simple comentario: "Amiga, ¿No has visto la entrevista que le hizo la BBC a Chávez?". Ese fue el bachaco que me picó la curiosidad. "¿Está en YouTube?", le pregunté pese que sospechaba de la obviedad de la respuesta (Tengo un amigo que dice que si no está en YouTube, no existe). Cuando me confirmó mi gran sospecha, me metí, y me dispuse a ver el vídeo. (Si no lo has visto: Aquí está la 1° parte, 2° parte y la 3° parte)

Traté de verlo con la mente abierta, sin mayores prejuicios (¡Qué cosa más difícil de hacer en estos momentos!). Lo primero que debo decir es que me sorprende lo certero del conductor del programa (HARDtalk), Stephen Sackur, a quien Chávez llamó durante toda la entrevista "Estiven". Las preguntas sagaces no se hicieron esperar:

  • De lo primero que preguntó fue de economía. OUCH! Punto sensible, contradicción obvia: Primero dice que estamos SÚPER bien en nuestras finanzas, pero cuando "Estiven" le dice que somos la única economía latinoamericana que tiene 2 años consecutivos sin crecer... Es culpa de la Crisis Económica Mundial, de la dependencia del petróleo... La culpa era de la vaca.

  • Sobre la Democracia: NO hay una Democracia más perfecta que la venezolana... En todo el mundo. Incluso, si mal no recuerdo, se atrevió a retarlo a que encontrara algo mejor. No necesito decir más...

  • Sobre las críticas: Según Chávez, él acepta las críticas con una madurez envidiable, porque incluso se ríe de ellas. "Estiven" le dice que encierra a sus opositores más "ruidosos", como a Baduel, sobre quién decidió que era corrupto justo cuando se volvió en su contra. "No chico, no sabes lo que dices... Yo lo comencé a investigar mucho antes. Lo llamé a capítulo y todo, y como no me supo responder, lo mandé a apresar...". Esta vida sí tiene coincidencias.

  • Sobre el Caso Afiuni: "Eso es la actuación de un Poder independiente".

  • Sobre E.E.U.U.: "Obama debería cumplir lo que prometió"... ¿Qué dice de él mismo? Él prometió en su primera campaña que no quedarían niños en la calle, o él se dejaría de llamar Hugo Chávez... Hasta dónde sé, sigo viendo niños en los semáforos, nuevas generaciones incluso, porque los otros crecieron y entraron al "mercado laboral" del hampa; y él sigue llamándose igual...

  • Finalmente, el punto más álgido: "¿Cuánto tiempo cree que le lleve realizar su revolución?", preguntó "Estiven". "Lo que me queda de vida"...
Quizás aún tengo reminescencias de niña pequeña pero me pregunto: ¿En serio este es el Presidente de mi país? Sé que quizás es la pregunta más estúpida que haya hecho en mi vida, pero no puedo evitarla... No puedo creer que este "Señor" sea capaz de creer que nos comemos sus cuentos de camino, aunque... Lamentablemente sí hay gente que aún le cree.

Al contrario de otros, nunca he pensado que él es un "bruto", al revés, es un hombre muy inteligente, un buen estratega... Ese siempre ha sido un error: Subestimarlo.

Uno ve este tipo de cosas, y no sabe si llorar o reírse... Bueno, el venezolano siempre ha tendido a reírse o, ¿Acaso no sacamos un chiste de TODO lo que pasa? Pero no ha demostrado ser una gran solución. Reírse sin hacer nada más no nos lleva a ningún lado.

Hablar de LA solución aquí en Venezuela no tiene sentido, porque ya hemos acumulado tantas cosas que UNA gran solución no es la respuesta. La respuesta es... Una que no sé cuál es.

Soy joven, estoy cerca de graduarme, y lo único que pienso es en cómo rayos irme. Eso está mal, y no, no le voy a echar la culpa a Chávez, porque sería hacer lo mismo que él hizo al decir que la culpa de la Crisis Económica Venezolana era gracias al Capitalismo de los otros Estados. Aquí, la culpa la tenemos repartida entre todos.

Lo único que nos queda es recoger los trozos de país... Y volverlo a cosntruir.

miércoles, 16 de junio de 2010

Good morning sunshine

Yacías de espaldas a la cama, y mi cabeza reposaba sobre tu pecho que se movía acompasadamente con tu respiración. Mis manos frías se escondían debajo de tu espalda, y te hacían cosquillas.

Tu aroma mañanero invadía mi olfato, pero era tan exquisito, que no me importaba que impregnara hasta la última célula de mi cuerpo.

-Good morning sunshine-me susurraste al oído.

El alba despuntaba perezosa, mientras el sol poco a poco se colaba por entre las persianas. Tus dedos se enredaban en mi ya despeinado cabello. Comenzaron a descender por mi sien, siguieron la línea de la mandíbula y llegaron hasta mis labios, y dibujaron suavemente el contorno de ellos.

Era tan dulce despertar así a tu lado, tan sublime, que hubiese querido mantenerme en ese estado de ensueño por largo rato, pero el día nos reclamaba. Debíamos atender nuestras cosas.

-Es domingo-me dijiste, como si puedieses leerme el pensamiento. Caí en cuenta que tenías razón. Era el último día de la semana. Eso me contentó.

Me puse encima de ti, y comencé a besarte. Primero muy despacio, recorriendo tus labios con paciencia... Pero luego, todo se intensificó. Tus manos en mi cintura intentaban contener todo el fuego que emanaba mi cuerpo.

Estabas ahí, para mí, haciendo lo que mejor sabía hacer: amarme.

¡RING!

El repique del teléfono me trajo de nuevo de vuelta a la realidad. No era domingo, no estabas ahí... Todo había sido un sueño. Las ropas negras estaban tiradas en el suelo. Estiré mi mano para alcanzarte, pero seguías ausente. Aún mis sentidos no se acostumbran a tu ausencia.

-¿Aló?

-Hola... ¿Estás lista? El entierro es en una hora.

-Ya me visto.

Colgué, teniendo la certeza que me quedaban infinitas noches soñando contigo, pero sabiendo que los despertares a tu lado estaban sellados para siempre.

Sexo: Un arma de doble filo.

Quizás es la palabra más tabú en todas las lenguas. Y la más tentadora también. Cuando la pronuncio, siento como me queda la sensación de haber dicho algo que a todo el mundo le gusta pero que todos niegan. Seamos claros, todos hablan de "eso", hasta los que dicen que no, porque al decir: "Yo no hablo de eso", están mencionándolo de alguna manera y le echan leña al fuego al negarse a comentarlo.

Es algo que es parte de nuestras vidas, porque en realidad es el acto de creación en sí, sin él no existiríamos. Si nos ponemos filosóficos, podemos decir que es el momento en el que jugamos a ser dioses: Decidimos si creamos, nos divertimos o nos matamos...

Pero más allá de ver si traemos vástagos al mundo o no, está el hecho de entregarle al otro lo único que es realmente nuestro, el cuerpo. Es la única cosa que vino con nosotros y se va con nosotros.

Cuando una persona decide compartir su cuerpo, las razones pueden ser tantas como cuerpos hay. No comentaré sobre las razones "erradas" ni las "acertadas", porque eso es algo muy subjetivo; además, no soy nadie para opinar al respecto.

El punto en el que sí quiero insistor es que uno entrega más de lo que cree. Por mucho que uno piense que sólo estás obteniendo placer, y que sólo es algo mecánico y ya; en realidad involucra muchas otras cosas más. No con esto quiero negar la existencia del "sexo sin amor", porque en realidad sí existe, ¿O acaso no mucha gente ha tenido "una noche de copas, una noche loca", como dice la canción? Pero con amor o sin él, sigue siendo que te vean en la intimidad, en ese espacio que suele ser sólo tuyo, que conozcan tu piel, los lugares normalmente prohibidos para los ojos y las manos...

Así que esa frase de "es sólo sexo", en realidad no termina siendo tan cierta... En la cama se deja más de lo que uno cree, porque en algunos casos se puede dejar hasta la vida entre las sábanas.

Por tanto, hay que saber cómo tomárselo: con la suficiente seriedad para no morir en el intento, pero con cierta ligereza para poder disfrutarlo.El detalle es ese, la fina línea que divide una cosa de la otra... Esto es sólo mi opinión, no una regla. Al final del día, sobre sexo, todos tenemos una opinión muy propia, así sea decir que "no la tenemos".

P.S.: No pretendo dar consejos sobre la moralidad sexual de cada quien. Eso es algo personal y privado. La intención es intentar que las personas tomen conciencia de sus acciones.

jueves, 10 de junio de 2010

Conquistar a una mujer

(Muchos deben haber visto esta escena. Para el que no la conoce, le digo que pertenece a la película "Scent of a woman", la única película que le ha hecho ganar a Al Pacino un Oscar. Acá tienen más información de la película: Wikipedia e IMDB.)




Algunas personas suelen decir que "todo tiempo pasado fue mejor". La mayor parte de las veces que oigo esto, no coincido con ellos, porque siempre he pensado que la evolución es absolutamente necesaria; pero hay ciertas cosas que admito que me gustarían que volviesen.

Por ejemplo, la galantería. Sí, sé que algunos les podrá sonar como de abuela, pero, ¿Díganme a qué mujer no le encantaría que la conquistasen bailando tango así? No me digan que soy la única en el mundo...

No negaré que aún existen hombres maravillosos, pero pareciesen estar en peligro de extinción. Quiero un hombre que se gane mi corazón con cosas como estas, detalles que son exquisitos y únicos, más allá de las típicas flores, el chocolate y el peluche.

Es tan impresionante lo acostumbradas que a veces estamos las mujeres al self-service, que nos sorprendemos cuando nos encontramos un caballeros que nos abra la puerta. En realidad, nos deberíamos sorprender cuando no lo hacen.

Puede que más de una feminista acérrima sienta ganas criticarme, pero piénsenlo bien... No estoy en contra del feminismo, al contrario, me encanta ver a mujeres gerentes, doctoras, presidentes... Haciendo todo lo que sean capaces de hacer bien, sin que sean subestimadas por su sexo; pero ya eso es otra cosa... No creo en ninguna mujer que me diga que no le gusta sentirse protegida por un hombre, lo siento.

En fin, mi consejo como mujer para los hombres es que no siempre los detalles que más pesan son los materiales. Los hechos son mucho más poderosos. Y si quieren algo más concreto, aprendan a bailar tango como Al Pacino. =)