domingo, 19 de septiembre de 2010

Unos pequeños retoques

Ponme esto, recórtame esto, quítame esto, estírame aquí... Esto es lo que generalmente uno escucha en una consulta de Cirugía Plástica. Antes que nada, quiero decir que respeto la ideología de cada quien, pero eso no me impide gritar y defender los míos, y exijo que de la misma manera sean respetados.

Una vez aclarado esto, haré mi statement sobre esta área de la Medicina que es tan polémica. Amada por muchos, odiada por otros tantos, es algo que tiene sus férreos defensores y detractores. No considero que esté en el extremo de alguna de las dos, porque ningún extremo es bueno, pero critico cosas de ellas, al igual que alabo otras.

¿Qué alabo? La parte reconstructiva. La posibilidad de poder devolverle, por ejemplo, un rostro "normal" a una persona que haya quedado desfigurada después de un accidente de tránsito me parece algo hermosísimo, porque brinda la posibilidad que la psiquis de esa persona sea restaurada, de levantarle su autoestima. Y eso sólo por poner un ejemplo.

Ahora, la parte que critico es el uso de ella para seguir los patrones de moda de belleza. ¿O acaso está escrito en algún lugar que las mujeres deben tener una cierta talla de brassier o tal medida de cintura? ¿Por qué una señora de 60 años tiene que aparentar tener 40 años? ¿Acaso la vejez no es la cosa más natural del mundo?

Ciertamente es muy bonito ser joven, y todo lo demás, pero cada quien debería estar en la capacidad de asumir la edad que tiene, o las medidas que tiene. Unos senos pequeños no deberían ser razón de ningún complejo, en la diversidad está la diversión.

Me imagino dentro de unos 25 años, cuando una hipotética hija de 15 años me pida operarse los senos... Esperen un momento... ¡Ya eso está ocurriendo! Sólo me cabe preguntarme a dónde llegaremos. No me parece ninguna exageración entonces pensar que mis futuros hipotéticos hijos me pidan operarse antes de incluso comenzar a desarrollarse.

Gente, pensemos un poquito, sólo es un cuerpo. Sí hay que cuidarlo, porque de él dependemos, y claro, un mimo no le cae mal... Pero me parece que la sociedad ha llegado a extremos impensables. Para finalizar, les dejo esta caricatura de una mordaz uruguaya llamada Maitena:




3 comentarios:

  1. Jaja, yo leía a maitena cuando iba aún en el colegio. Siempre pedía sus libros de cómic en la librería. Era fan de Maitena y Marian Keyes.

    Con respecto a la cirugía opino que el cuerpo es de cada uno, cada quién sabrá cómo se siente más cómodo. Mientras las decisiones que se tomen respecto a él siempre sean para mejor... encuentro que todo vale. Por eso no me molestan los tatuajes, los piercings, las expansiones, etc. Porque cada cual encuentra la forma de cómo adornar su cuerpo. ¿Mi forma? Alimentarme bien, y vestir como mejor me sienta.

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  2. Ciertamente cada quien tiene su propia manera de cuidar o descuidar su cuerpo, y eso está bien. Lo que crítico es la tendencia a estandarizar el físico, es decir, que todos tengamos las mismas talas, las mismas edades.

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  3. Ah, y amo a Maitena. Me parece que es muy certera en todo lo que dice, =)

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